domingo, 7 de octubre de 2012

MI NIETO ÁLVARO Y YO


                                                                                            (Cuando faltan pocos días para que nazcas)                                           

Ya ves, te vamos a llamar Álvaro;
¿Te gusta?, lo eligió tu madre
Fue a medias con tu padre,
¿O, acaso, como yo sospecho, fuiste tú
El que muy despacio,
Susurrándolo en sus corazones
Se lo indicaste?

¡Con qué ilusión y alegría te esperamos!
Con unas ganas infinitas de abrazarte,
Estrecharte entre nuestros brazos
Y besarte.

Te siento muy presente y cerca de mí,
Eso me hace sentir una inmensa alegría
Y me produce mucha ternura.
Ahora me toca hacer de “yayo” tuyo, lo sabes,
Como también yo sé que eso te hace feliz.

Te he comprado una marioneta Pinocho, un sonajero
Y un pajarito de barro, de esos de los de antes
En los que se pone agua dentro
Para que imite sus trinos y gorgoritos;
Te harán reír.

De tu yaya, la Lola, ni te cuento,
¡Qué yaya!,
Te comerá a besos,
Te estrujará como a una gominola
Y con su amor inmenso te arropará.

Voy andando por la calle
Y ya noto tu manita de niño
Que cogida del dedo anular de mi mano
Lo estira con insistencia para que me gire y vea,
Divertido y alegre, en complicidad contigo,
Cuan pintada de helado de chocolate
Ha quedado tu carita de payasete travieso.

Jugaremos, y sobre todo reiremos,
Escucharemos el canto de los grillos
Y te contaré historias, y cuentos, de otros mundos
En donde las ilusiones y los sueños se hacen realidad.

Álvaro, recuerda para siempre esa estrella tan bonita
Que hoy ya veo brillar en tu corazón.
Me resultas tan familiar y tan próximo…
Por todo eso me siento inmensamente feliz

No hay comentarios:

Publicar un comentario