domingo, 17 de junio de 2018

Entre caballos sintiendo, resonando en el ser uno.


En mitad de la sierra, en un paraje inmensamente silencioso, calmo,
El aire suave, filtrado entre las ramas de los intemporales pinos,
Y siendo la montaña el más fiel de los testigos del privilegiado momento.
Quedaba yo absorbido por tanta paz en la que pronto me fui deslizando, adentrando…
Luego una mesa, unos amigos y la calidez del instante, las almas vibrando,
Gozo profundo, mágico espacio donde más que las palabras el reencuentro era todo.

Y Allá en el fondo unos caballos, mucho más que una bucólica escena.
Nos fuimos a su encuentro, por una leve ladera, unos potrillos retozaban con sus padres.
Varios de ellos al andar nosotros nos seguían, nos acompañaban, nos buscaban,
Misteriosa proximidad la suya. Enseguida sentí sus cabezas junto a la mía.
Alegría inmensa. Emoción grande. Los toqué, los acaricié, mis manos por su crin…
El sentimiento que me trasmitían provenía de otro mundo, no el humano,
Era el mundo consistente y real, lo veía, de los caballos adentrándose en el mío.
Y esto me sobrecogía.               

Experimentaba cómo se iban sincronizando nuestros cerebros,
Mientras mi mente tan humana se iba adecuando, qué descanso, a su sintonía,
Y qué digo, a sus pensamientos. ¡Los tenían!
El corazón se fue expandiendo, el tiempo deteniéndose, apenas si contaba,
Hablaban, me hablaban, nos hablaban,  con un lenguaje muy suyo,
Que venía de muy hondo, de más allá de nuestro tiempo,
Y que también a lo más hondo y a lo más allá de mí tocaban.
Siento que han despertado todo lo que de ellos yo soy y que por serlo,
En nosotros los humanos, en nuestro ser resuena. Porque en el Ser Uno los somos.

sábado, 16 de junio de 2018

El buscador despierta a su identidad real


Después de un tiempo, años, vidas incluso
En que uno ha estado totalmente identificado con sus papeles, formas
Y con cada una de sus interpretaciones,
Personaje tras personaje, escena tras escena, teatro, drama o comedia
Dentro de cuya piel, aventura y circunstancia tan intensamente ha vivido,
Después de todo eso, comienza a ver, a experimentar y a sentir,
Primero el reflejo, pero también las experiencias y sutiles vivencias
De energías nuevas, de intuiciones y de planos que lo trascienden
Con comprensiones profundas que lo expanden y llenan.

Lo divino, el Uno, se hace así cada vez más presente y digamos que connatural,
Se respira y respira a través de y como nuestro ser.
Ya no hay duda alguna de Eso, no hay más que Eso, Todo es Eso.
¡Lo Real se hace tan evidente!. ¡Cómo no lo ve el universo entero!
Pero el buscador aún con eso, a pesar de ello y casi sin darse cuenta
Y debido a sus viejos hábitos que le sumergían en la dualidad más ciega
Aún no había completado el puente entre el Ser Uno y su ser aún anhelante
De vivir el todo en él.

Hasta que un día el alma despierta a sí misma
Y la atención antes dispersa se vuelca sobre sí, en la conciencia, en el ser,
Y se hace evidente, no como pensamiento, idea o creencia,
Sino más real y sutilmente visible que la identidad ligada antes a los personajes.
Se vuelve plenamente consciente de su Sí Mismo. En su verdadero Yo,
Con todos los planos, seres y dimensiones que amorosamente la integran.


jueves, 14 de junio de 2018

Ahora ya eres el buscador y lo buscado


        

Nadie está solo, la soledad no existe,
Sólo es una cuestión de tu mente  si así lo piensas o lo crees.
Vives en Dios, en el Fondo divino, en la Presencia que todo lo es
En la Presencia Que es la que tú eres. Y eso es plenitud, tu identidad real.
Ni queriendo, ni con esfuerzo podrías salirte de Eso, de Ella,
Que te envuelve, que transpira en ti, que es tu eterno Ahora.

A veces el buscador busca y de su buscar hace un camino
Que, en su olvido, cree convencido estar andando fuera de su Sí Mismo,
Sin darse cuenta de que lo buscado ya es su esencial impulso,
Su respirar, su vida entera, y todos sus movimientos
Que sin excepción ni juicio alguno son amorosamente acogidos
No sólo en su Ser y por él
Sino también por los bienamados seres de luz, tantos y tan cercanos
Que con calidez inexpresable le acompañan. Y eso es lo que te ocurre a ti.

Mira, pues, dentro, en tu corazón,
Allí donde toda duda, inseguridad o miedo desaparecen.
Escucha entonces la sabiduría silenciosa que tu alma ha cumulado desde eones,
Retoma el poder de ser y de manifestar creativamente tu inmenso potencial
Y que el amor, verdadera naturaleza tuya, impregne tu existencia entera.
Realiza así la unidad de quien integra mente y corazón, pasado y futuro,
Espíritu y materia, luz y sombra, dentro y fuera, yo y tú, nosotros y ellos,
Este y todo los infinitos universos expresión del Ser Uno, de la Totalidad
Que ya puedes sentir vibrando, amando, despertando y concienciando en Ti.