El sentido de una vida es lo que hace que merezca la
pena de ser vivida.
El sentido de una vida viene dado por aquello que
uno quiere hacer de su vida.
Toda vida tiene un sentido aunque muchos no sepan de
él en su vida.
Muchos viven el sentido de su vida de manera
inconsciente.
El sentido de cada vida es diferente en lo
circunstancial y en el tiempo.
Aunque sustancialmente el sentido de toda existencia
es ser uno mismo, lo que se es.
Pero a esto uno se va abriendo evolutivamente y por
niveles de profundidad.
Unos hacen de su vida una lucha por la
supervivencia, se centran en el cuerpo.
Otros buscan poder o dinero o fama. Algunos son investigadores, científicos,
Los hay que hacen del arte su pasión y a él se
dedican con intensidad,
Crear una familia, tener unos hijos, disfrutar de lo
que la vida ofrece,
Eso en algunos es motivo suficiente para vivir. El
sentido lo da cada cual a lo que hace.
Por eso, no hay algo con más sentido y otras cosas
con menos sentido.
Superar una dependencia, conquistar la cima de una
montaña, aprender idiomas…
Lo importante es que las personas tengamos un
sentido para vivir.
Algunos han hecho de su vida un camino de búsqueda,
La búsqueda del sentido o para qué de su y de la
existencia, como pasión.
¿Cómo es que estoy aquí?, ¿qué hilo conductor mueve
mi vida?
¿Cómo es que he tenido las circunstancias y
condiciones que he tenido?, ¿casualidad?
¿Se planeó?, ¿lo planeé?, ¿cuál es mi verdad?, ¿quién
soy?, ¿hacia dónde me dirijo?,
¿Quién era yo antes de ser este yo que creo ser?, ¿cuál
es mi verdadero yo?...
Resolver estas y otras preguntas para muchos es lo
que les da sentido a su vida.
Buscan en el corazón de Lo Real, son buscadores,
amantes en el fondo, de Dios.
Y a eso se entregan sin interrupción, enteramente. Para
esto nacieron, para ello viven.