lunes, 26 de febrero de 2018

Todos los seres somos modos del ser Uno.



Si todo es el Ser Uno, ¿qué es todo lo demás?
Expresiones suyas, algo que nace desde dentro del ser sin dejar de ser ese mismo ser ni separarse de él. Es todo tan sencillo, tan lógico, tan simple…
Todo, todo se podría ver:
a).- Como “pliegues” en el “vestido” del Ser Uno
Veámoslo a través de algunos ejemplos.
Ejemplo nº 1.- Supongamos que la Realidad Una es una tela de dimensiones infinitas, sin bordes, sin límites. Eso es lo que llamamos el Todo.
Pues bien, cada uno de los diferentes seres serían como pliegues que aparecen en la tela con estructuras, cualidades y formas distintas, pero sin dejar nunca de ser tela.
Ejemplo nº 2.- El infinito Océano como siendo esa misma Realidad Una, mientras que las olas, ninguna de las cuales es igual a la otra, sería la expresión en el mundo de las formas de su fuente siempre esencialmente presente en cada una de ellas.
b).- Como “ventanas” por donde mira el Ser Uno.
Muchas veces me he imaginado la realidad como si fuese un inmenso edificio todo él iluminado desde dentro por una potente luz que surgiera por igual desde cada uno de los puntos de su interior y a su vez de la totalidad misma.
Luego he visto desde el exterior la imagen de esa luz saliendo y proyectándose hacia fuera a través de las infinitas y diferentes ventanas del edificio. Idéntica luz, pues, siempre, la Luz Una, si bien a los ojos de un observador ignorante de su procedencia real se podía interpretar erróneamente como si se tratase de manifestaciones lumínicas de distintas procedencias, seguramente una por ventana.
Sorpresa inmensa la que se lleva, cunado al penetrar en el interior del edificio, - lo que de verdad encuentra es La Luz Una (el Ser Uno) sin anular por ello la diversidad ni la particularidad de las “ventanas”-cada ser o alma real-.
c).- Como focos o centros de conciencia del Ser Uno.
Decir Ser Uno equivale a decir Conciencia Una. Ser y Conciencia son términos idénticos. La cualidad esencial del Ser es la Conciencia. Siendo esto así de igual modo lo que el que cada ser es un foco de conciencia del Ser Uno.
d).- Modos de ser del Ser Uno.
El ejemplo ya clásico sobre la multiplicidad de formas, dimensiones, diferentes pesos y características tan distintas que el mismo mineral de oro adopta al transformar su masa inicial en una extensa variedad de objetos, tales como anillos, pendientes, pulseras, collares, relojes, etc., nos sirve muy adecuadamente para transmitir esta imagen del Ser Uno expresándose a partir de sí mismo en la infinidad de seres sin alterar en nada su esencia en ellos.
Cambian las formas, pero el fondo permanece idéntico e inalterable. Es por esa razón por la que decimos de cada ser particular  es un modo del Ser Uno, una adaptación suya.

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