viernes, 30 de marzo de 2012

DEL VACÍO INTERIOR A DIOS EN MI



Me recuerdo así,
Han pasado ya
Varios lustros, largos,
Con un vacío hondo, insoportable
De tan corrosivo,
Un vacío en el alma,
De esos que te expulsan
Al mundo, desnudo,
Sin rumbo claro,
Casi con extravío,
Solo Y perdido.

No por faltarme algo, no,
Porque por tener
Todo lo tenía,
Sino por la ausencia,
Ausencia la más amarga y triste
De lo que después vi
Que con plenitud
Todo lo llenaba.

Busqué donde no debía,
Y a quien o lo que no eran culpables
Responsabilicé;
Me llené de metas
Todas vanas, palos de ciego, desvíos,
Sufrí inútilmente,
Hasta que cansado
Me fui rindiendo,
Y comprendí;
Descubrí aquello que en el fondo sabía.

Siempre había ansiado,
Aún sin reconocerlo, lo mismo;
Y todo a Eso me llevaba,
Con precisión, poco a poco,
A lo que hoy ya percibo
Y conozco, que me acoge
Y cualquier vacío arranca.

Es Dios, que así lo siento,
Es Dios, que así lo vivo;
No sirven bien las palabras
Para expresar Esto.
Es “Caricia”, “Presencia”, “Vibrar”, “Alegría”,…
Un “¡qué se yo!”, que “me envuelve”
Desde un no se donde de mi,
Fuente divina y el Ser de Todo.

1 comentario: