TODOS SOMOS FOCOS POR DONDE SE MANIFIESTA DIOS

Dios ama,

Yo soy un foco del amor de Dios;

Dios ríe,

Yo soy un foco del reír de Dios;

Dios llora,

Yo soy un foco del llorar de Dios;

Dios duda,

Yo soy un foco del dudar de Dios;

Dios medita,

Yo soy un foco del meditar de Dios;

Dios lucha,

Yo soy un foco del luchar de Dios;

Dios canta,

Yo soy un foco del cantar de Dios;

Dios sufre,

Yo soy un foco del sufrir de Dios;

Dios se enfada,

Yo soy un foco del enfadarse de Dios;

Dios se olvida de sí mismo,

Yo soy un aspecto del olvidarse Dios de sí;

Dios enferma,

Yo soy un foco del enfermar de Dios;

Dios sana,

Yo soy un foco del sanar de Dios;

Dios crea,

Yo soy un foco del crear de Dios;

Dios destruye,

Yo soy un foco del destruir de Dios;

Dios hace como que se muere,

Yo soy un foco del hacer como que se muere de Dios;

Dios existe y existe con infinitas formas y manifestaciones,

Yo y todo somos focos del existir de Dios.

Yo soy y todos somos porque Dios es

Y Dios es porque todos somos,

Todo cuanto es, es el ser de Dios siendo en el existir.

El crear de Dios

Es un crear desde sí y a partir de sí.

El juego preferible de Dios

Es el juego del escondite,

Este lo explica y le da un inmenso realismo a todo.

Su mayor satisfacción es la de reencontrarse,

Esto nos permite gozar, cuando ocurre,

De una bienaventuranza inexplicable,

Herencia para cada una de las aparentes “partes” en las que Él se multiplicó.

No hay otra posible forma de encontrarse

Que no sea en el amor, la conciencia y el ser de Dios.