Una de las peores cosas que alguien puede hacer en su vida es tratar de ser superior a los demás, hacer algo para sobresalir y recibir alagos, querer llegar a ser algo o alguien para cosechar alabanzas y reconocimientos, Todo eso es una fuente de de insatisfacción constante y de sufrimiento, no sólo para quien vive de ese modo, sino también para cuantos le rodean y comparten su vida.
La humildad, la bondad, la sencillez, y amar lo que se tiene, sin despreciar a nadie, son los mejores antídotos para curar toda esa forma errónea de vivir y actuar.
Entonces, uno lo que hace es ser, ser uno mismo, lo que se es, amándose así y disfrutando de las pequeñas cosas. Pues como decía Guy de Larigaudie: "tan hermoso es pelar patatas por amor de Dios como edificar catedrales".
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