domingo, 30 de junio de 2013

¿DE DONDE VENIMOS?




¿DE DONDE VENIMOS?
¿CUAL ES NUESTRO ORIGEN?

En realidad no se puede decir que hayamos salido
De nuestro lugar de procedencia,
Porque siempre estamos “allí”.
Sólo nuestra mente nos engaña
Y nos hace creer que estamos fuera,
En otro sitio distinto de nuestra Fuente,
De nuestro Origen.

No hemos salido de ningún sitio para ir a otro diferente.
Sólo existe un Lugar y ese lugar se llama Dios o Realidad,
También se le puede nombrar de otros modos diferentes.

Pero ocurre que nuestra mente nos hace creer que esto no es así,
Esto es, nos hace ver que hay esto que percibimos con los sentidos
Y luego lo otro, lo otro y…para algunos,
Puesto que los materialistas no lo ven así,
Lo Enteramente Otro, que es Dios.
Puro error de percepción,
Puesto que sólo hay el Uno, Lo Uno sin segundo,
Y en ello existimos, somos, hacemos como que crecemos, evolucionamos
Y vivimos.

Pero, no obstante, nos podemos expresar así y no pasa nada:
Nuestro origen es Dios mientras no nos hayamos reconocido aún como Dios;
Después, un día, cuando caigamos en la cuenta de ese error en nuestro mirar,
Comprenderemos que nuestro origen y nuestro ser es lo mismo,
Que no hay separación ni distancia alguna, temporal ni espacial,
Entre lo Supremo, lo Sublime, lo Divino y nosotros,
Puesto que eso mismo nos envuelve y es lo que somos.

O sea: Dios siendo a través de nosotros, así es,
Es decir, Dios multiplicado en sus infinitas formas, caras y manifestaciones.
Pero no somos máscaras, estas son nuestros personajes que creemos ser,
Somos, en cambio, la conciencia real que a través de ellas se expresa,
Seres individuales en los que anida la totalidad de Dios.

Cuando esto lo intuimos y lo saboreamos,
Aunque no sea en grado sumo, sabemos ya de nuestro real Origen
Y ya no nos perdemos en los detalles, ni en las elucubraciones mentales,
Antropológicas o cosmológicas, ni en las características materiales
sobre el cómo las distintas especies se crean, propagan o expanden,
Que con ser interesante nunca nos aclara lo esencial de nuestra alma.

Si conectas con tu alma sabes quien eres, y al saberlo
Sabes con la misma evidencia sobre tu Origen,
Puesto que, entonces, en ti con el Origen te encuentras;
Es así de sencillo, aunque hay que abrirse a ello y experimentarlo,
De otro modo no es posible verlo ni entenderlo.

Por eso, uno ve cómo los seres humanos se preguntan repetidamente
Sobre esta cuestión, sin acabar nunca de quedar del todo satisfechos,
Y es que, tratar de resolverla con la mente es un imposible,
Del mismo modo que imposible es que un gato llegue a cazarse la cola,
Dando vueltas y vueltas locamente sobre sí mismo
Sin llegar a su objetivo, que más se aleja cuanto más corre el felino,
Hasta que, al final, agotado, ya no tiene más remedio que desistir de su empresa

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