Ese temor a la muerte
Que señala un claro reflejo
Del gran temor escondido
A perder el sentido equivocado del “yo”
Que ahora con tanto agarre se tiene.
Ese temor a la muerte,
Con la fuerte ansiedad que produce,
Que bien nos indica y sugiere
Lo amenazada que vemos
Nuestra corta y pasajera identidad actual.
Ese temor y su angustia
Que ante la muerte nos surgen
Por las resistencias tan grandes
Que tenemos, a abandonar o quedarnos
Sin nuestros referentes conocidos y familiares.
Ese temor a la muerte
Que es el fruto indeseado y amargo
De nuestros profundos apegos
A este cuerpo, a este mundo y a esta imagen
A los que con tanta intensidad nos cogemos.
Ese temor a la muerte, sí,
Propio de quienes aún se mantienen
Lejos de su verdadera esencia,
Y no han tenido contacto
Con la realidad de su ser.
Ese temor a la muerte
Que sólo se vence y supera
Cuando al soltar nuestro ego
Con amor, rendimiento y entrega
Dejamos todo el espacio
Para nuestro Ser superior.
Ese temor a la muerte
Que sólo desaparece al “morir”
A las pretensiones ilusas,
Como a los camuflados intentos
De apuntalar un falso yo.
Ese temor a la muerte, en definitiva,
Que sólo convierte en nada
Cuando en conciencia se pasa
De una existencia desde el ego
A una Vida despierta en el Ser.
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