La mente es un instrumento que sirve para razonar, construir una idea sobre lo que somos, recordar y también es asiento en donde el brillo del ser se refleja.
La mente puede crear y de hecho crea conceptos, ideas, e incluso grandes construcciones ideológicas, religiosas o de otro tipo, pero todas ellas son eso: construcciones de la mente.
Las construcciones que con la mente creamos, sean sistemas filosóficos y hasta las mismas religiones no son la realidad ni la verdad en sí, son sólo fabricaciones humanas, no importa el ropaje con que se presenten.
La mente puede estar más o menos limpia y ser más o menos transparente. Si es translucida como el cristal de roca dejará pasar a través de la la luz que a través de nuestro ser experimentamos. Pero si es una mente sucia, impregnada de errores, fantasías, delirios u otra clase de paranoias, lo que comunicará será eso mismo.
La mente no nos pone nunca en contacto con la verdad ni con la realidad, esa no es su función. Pero el ego necesita intensamente a la mente y sus películas. De hecho, el ego es una fabricación de la mente. El ego es una idea que nos hemos construido mentalmente sobre nosotros. Pero nosotros no somos una idea, ni Dios es una idea, ni la realidad es una idea.
La gente se fabrica muchas películas sobre lo que somos, sobre lo que es Dios, sobre lo que es el bien y sobre lo que es el mal. Así que cada cual va con su idea bajo del brazo, que pretende que sea la mejor. A veces nuestras ideas son monstruosas, otras veces son más luminosas. DE todos modos todo son ideas.
Pero Lo Real no es una idea, ni necesita de montajes para expresarse, ni de Iglesias, ni de sectas, ni de nada. Lo Real es lo único que hay, es Lo Que Hay, Lo Que Es. Eso Es Dios, eso el el Ser, nuestro ser.
Dios, no necesita de la mente, aunque él la ha fabricado. Dios es ahora mismo y siempre. En él todos los pensamientos, de cualquier clase se diluyen. Dios es el Puro Ser, La Pura Existencia, La Pura Sabiduría, el Puro Amor, la Pura Energía. Experimentar eso es conectarnos con la Realidad. Y eso ocurre cuando la mente está callada, en el silencio.
Dios es un Fondo, un Espacio, una calidad sin nombre, y eso es Vida,y...Plenitud.
Todo lo demás no son más que películas, juegos del ego, que pueden ser divertidas, aburridas, locas, dramáticas, de risa o de miedo.
Es necesario que sepamos distinguir, pues, ni
tidamente cuando estamos dentro de una película y cuando estamos saboreando Lo Real, el Ser, Dios.
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