martes, 25 de julio de 2017

VIVE LA FELICIDAD QUE ERES.

Buscamos la felicidad fuera, y le ponemos condiciones. Y decimos algo así como: puedo ser feliz si...., y entonces, en función de eso construimos nuestra lista particular de necesidades. Con lo cual, hemos asociado la experiencia y vivencia de la felicidad a un determinado número de cosas y situaciones. Pero vivir así nos condena al temor permanente por lo que se puede perder, por lo que nos cuesta alcanzar o por o que se puede frustrar. El resultado,es una vida infeliz o llena de intermitencias en el modo de sentirla: ahora estoy bien, pero al menor contratiempo ya estoy de mal humor.

Pero la felicidad no depende de nada, pues es el estado natural de nuestro ser. Somos felicidad. Así que, si queremos de verdad ser felices, tenemos que abrirnos a nuestro ser y soltar cada una de las dependencias a las que la habíamos condicionado. La felicidad no depende de nada ni de nadie. La felicidad surge o se manifiesta cuando nos permitimos abrirnos a nuestro ser, cuando no cerramos el sentir de nuestro ser, cuando vivimos en nuestro ser.

En el silencio de la meditación vivenciamos la felicidad, la alegría y el gozo que somos. Afirmarnos en nuestra realidad, adentrarnos en ella y sentirnos envueltos por ella, es lo que hará que pase lo que pase, siempre, nuestra felicidad esté presente, porque ella es lo que somos.

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