sábado, 22 de septiembre de 2018

Mi verdad y mi sentido.


Creo en el Todo Uno, le podemos llamar Dios,
Fuente, esencia y origen de cuanto se experimenta, de lo que se es.
Creo en la infinitud de los universos
Y en ellos en la infinitud de seres.
El Todo Uno no está separado de nada ni de nadie,
Pues nada hay fuera del Uno. Todo está conectado.
Cuanto se puede observar desde cualquier conciencia particular,
La tuya, la mía, es el Todo Uno quien lo observa.
La parte sólo existe dentro de un mecanismo mental, reductor,
Por el cual la dualidad existe, para que se pueda dar el juego de los contrarios,
Y dentro de él el desarrollo, evolución y encuentro finalmente con lo que se es.
Como conciencia me he identificado con un alma,
Con el fin de crecer desde la aparente profunda ignorancia a la Sabiduría Suprema.
Vivo impulsado por el amor, la fuerza y la inteligencia que son mi esencia,
Y lo hago en cada una de las innumerables existencias en la que encarno.
Mi alma anhela el retorno al lugar del que nunca salió,
Al corazón de Ser, que es mi corazón espiritual, donde soy lo que yo soy.
El sentido de mi vida es el de responder  a cada persona y circunstancia
Desde  mi nivel más elevado de amor y con la inteligencia más despierta posible.
La felicidad no es un logro que se conquista con algo externo a mí
Sino la expresión consciente del ser de Dios manifestándose en mi.
No he nacido para perderme en lo que no soy
Sino para encontrarme y descubrirme en la divinidad del ser que sí soy.
Dios vive en mi como yo y esto es lo que reconozco en todo ser.
Las dificultades representan y señalan los obstáculos que me separan aún
De la conciencia de lo que soy para que las remonte hasta verme en lo que soy.
Todo sufrimiento, de cualquier clase que sea, tiene su origen en mi mente,
Y es la expresión de lo que sucede cuando dejo de sentir a Dios y a través de Él.
Yo tengo mi propio camino, como todos, ninguno igual, todos distintos,
Y la creatividad consiste en recorrer la infinitud de los mismos
Desde el punto de verdad y conciencia en que cada cual se encuentra.
Todos los caminos llevan a la realización de Dios en nosotros.
El sentido de mi vida lo recobro cada vez que me convierto
En expresión consciente del amor, la sabiduría y la creatividad de Dios
En cualquiera de las infinitas formas en que estos se puedan exteriorizar.
Dios está siempre presente en mí, pues fuera de él no soy.
Paradoja divina: abrirme o cerrarme a lo que soy no me aleja de lo que soy.
Para unos la vida tiene sentido en su parcialidad dual, en su fragmentación,
Cuando ese sentido cae, sólo se puede volver a recobrar
Al sentir y vivir desde la unidad concienciada en el todo uno de Dios.
La muerte no existe, y sólo se le teme por el apego que se tiene a lo que no somos,
Sólo la Vida/Dios es real, que a través de cada conciencia particular
Experimenta la infinitud de lo que es en infinidad de formas, universos y seres.
La conciencia es una, los modos de experimentarla infinitos.
Mi pasado, mi presente y mi futuro son sólo ropajes
De mi eterno ahora, en el que me en encuentro en la conciencia que soy.
Todo es un juego, en el que primero nos perdemos, a veces estrepitosamente,
Luego, al ver la realidad de lo que es, nos caemos y nos levantamos, infinitas ocasiones.
El secreto consiste en rendirnos  las veces que haga falta
A lo que somos, que es luz infinita, corazón radiante y conciencia despierta.
Más pronto o más tarde  nos reconoceremos definitivamente en nuestra Verdad,
Cuando las fantasías se caen. Todo lo demás es y habrá sido puro teatro.

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