No hay peor exilio que sentirnos fuera de nuestro
ser,
Ni peor carencia que la de experimentar la orfandad
de lo que se es,
La peor soledad es la de quien se siente
desconectado de sí,
Y el peor vacío el que produce la ignorancia de no
vivirse como alma.
Fatal pérdida es la de sentirse alejado y
desprovisto la verdadera Identidad.
No existe indefensión más grande que la de verse
arrastrado por lo que no se es.
Sólo teme a
la muerte quien aún no se ha reconocido en su ser.
Ni nace a la vida quien es extraño del Dios que se
es.
Se vive si se vive con conciencia el amor, la
inteligencia y el poder que se es.
Ausentes del Amor que somos se experimenta exilio,
carencia, soledad, vacío,
Angustia, indefensión y como consecuencia miedo, el
peor a la muerte.
Amor es lo que Yo Soy, lo que es Dios en mi como Yo.
Ese es nuestro Hogar.
El primer paso para ser feliz es saber que en cada
uno “Dios es en mi como Yo”,
Eso es lo que significa el reencuentro con la propia
alma, con el ser que se es.
El propósito esencial que nuestra alma reclama y su objetivo
más importante
Consiste en volver al Foco desde donde la
Conciencia-Fuerza que somos es,
Regresar a ese Hogar de pura Luz, Fuego divino y
Amor sin límites, la Presencia,
En donde el Niño interior perdido pueda saciar al
fin su sed de inmortalidad.
El tiempo, extraviados entre los enredos fabricados
por nuestros ignorantes egos,
Reclama cada vez con mayor urgencia que nuestro
Rostro Original se nos muestre.
Ese el anhelo irrefrenable y el motor que empuja a
todo auténtico buscador espiritual.
La vida desde la mente, el temor y el ego ya la
conocemos sobradamente,
Ahora es el momento, esta es la aurora del
nacimiento a la vida desde el alma.
No lamentes tus debilidades ellas son el acicate
para que nos rindamos al ser.
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