domingo, 29 de julio de 2018

La vuelta al Hogar, a donde se es.


No hay peor exilio que sentirnos fuera de nuestro ser,
Ni peor carencia que la de experimentar la orfandad de lo que se es,
La peor soledad es la de quien se siente desconectado de sí,
Y el peor vacío el que produce la ignorancia de no vivirse como alma.
Fatal pérdida es la de sentirse alejado y desprovisto la verdadera Identidad.
No existe indefensión más grande que la de verse arrastrado por lo que no se es.
Sólo  teme a la muerte quien aún no se ha reconocido en su ser.
Ni nace a la vida quien es extraño del Dios que se es.
Se vive si se vive con conciencia el amor, la inteligencia y el poder que se es.
Ausentes del Amor que somos se experimenta exilio, carencia, soledad, vacío,
Angustia, indefensión y como consecuencia miedo, el peor a la muerte.
Amor es lo que Yo Soy, lo que es Dios en mi como Yo. Ese es nuestro Hogar.
El primer paso para ser feliz es saber que en cada uno “Dios es en mi como Yo”,
Eso es lo que significa el reencuentro con la propia alma, con el ser que se es.

El propósito esencial que nuestra alma reclama y su objetivo más importante
Consiste en volver al Foco desde donde la Conciencia-Fuerza que somos es,
Regresar a ese Hogar de pura Luz, Fuego divino y Amor sin límites, la Presencia,
En donde el Niño interior perdido pueda saciar al fin su sed de inmortalidad.
El tiempo, extraviados entre los enredos fabricados por nuestros ignorantes egos,
Reclama cada vez con mayor urgencia que nuestro Rostro Original se nos muestre.
Ese el anhelo irrefrenable y el motor que empuja a todo auténtico buscador espiritual.
La vida desde la mente, el temor y el ego ya la conocemos sobradamente,
Ahora es el momento, esta es la aurora del nacimiento a la vida desde el alma.
No lamentes tus debilidades ellas son el acicate para que nos rindamos al ser.

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