lunes, 2 de julio de 2018

Superación del “Adversario” y misión del alma


Detrás muchas veces de nuestra mayor debilidad y más grande amenaza
Se encuentra todo nuestro infinito poder de superación y de realización por descubrir.
El “adversario”,  esa sombra que con más constancia se abalanza sobre nuestra vida,
Golpeando con inmisericorde fuerza justo allí en donde más débiles no sentimos,
Nos coloca una vez y otra, como un fatal péndulo ante nuestra propia fragilidad,
Precisamente donde una inmensa sensación de impotencia nos aprisiona y atenaza.
Pero, ese “enemigo” declarado de nuestro sosiego y de nuestra paz interior,
¿No es acaso, también, el mensajero de todo lo mejor en nosotros aún por descubrir?,
¿Y, no está ahí precisamente para que mirándolo de frente, lo superemos?

¡Cuantas veces hemos visto en él, en ese adversario, el acicate para nuestro crecimiento,
Para que encontráramos en nosotros, gracias a él, nuestro verdadero poder ignorado
Y cuya recuperación formaba parte de nuestra principal misión en la vida!
Qué saludable, grato y satisfactorio resulta, pasado ya el tiempo, darnos cuenta
De cómo con su ayuda y por haberlo enfrentado sin sucumbir a la desesperación
Hemos encontrado al fin lo que nuestra alma necesitaba: el encuentro con nuestro ser.
Por eso, uno ha de agradecer infinidad de veces el servicio que nuestras dificultades
Han dado a nuestra vida y en ella a nuestro Camino hacia la realización,
Al obligarnos, tanto en la forma como en el fondo, a la materialización y expresión
De nuestra más elevada tarea, y vivir así con pleno sentido  la existencia.
Firmemente, creemos que detrás de aquello que más duele y  que más nos desestabiliza
Se halla el señuelo que, de seguirlo, sin luchar contra él ni caer en la fácil queja,
Tampoco en el lamento estéril ni en la proyección hacia los demás,
Encontraremos nuestra principal misión, lo que más teníamos que desarrollar.
Y es que, nuestro “adversario” suele ser nuestro mejor Maestro, disfrazado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario