Llegará el día en que viviremos existencias totales
como seres totales,
Es decir, expresaremos armónicamente todos nuestros
registros materio-espirituales
Sin necesidad del recurso a mundos estancos como
sucede ahora
Con la existencia cinco sentidos por una parte y la
espiritual por otra.
Progresivamente y como resultado de la evolución de
la conciencia
Nuestro mundo será uno y con todas las dimensiones
del ser integradas.
Porque el ser evolucionado, realizado y despierto
habrá trascendido las fronteras
Consciente, subconsciente, inconsciente colectivo y
cósmico, y supraconsciente.
Eso supondrá la existencia también en un mundo
unificado, integral.
Dioses conscientes seremos entonces. Adaptando en
cada momento nuestro cuerpo
A su expresión creativa en las realidades distintas
que vayamos manifestando.
La diferencia entre lo material y lo
espiritual-sutil se salvará sin dificultad alguna
Y de forma natural. Como sucede con la música, sus
notas, modulaciones y escalas.
Todo será la sinfonía de la Vida Una expresándose
conscientemente
En sus infinitos matices, ricas y variadas
posibilidades. Así lo siente el alma.
Aurobindo hablaba de la Vida divina en la Tierra,
¿no es lo mismo que señalamos?
El ser humano despierto ya no necesita de variados
mundos para ser,
En todos los mundos es Él Mismo, y la distinción
material-espiritual no tiene sentido.
Existe en la Realidad Una y todo lo demás son variaciones
que en nada la modifican.
Con ellas, juega, disfruta, crea y hasta…evoluciona.
El Misterio es inabarcable.
Cuando la Presencia Una lo domina todo desde dentro
y desde fuera, simultáneamente,
Cualquier cosa que se haga, se sienta, se viva o se
experimente
Formará siempre parte del Presente Eterno del que
todo nace y es su expresión.
¿No es este el futuro que nos aguarda como
humanidad?
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