martes, 6 de noviembre de 2018

Agoreros de apocalipsis


Cuánta gente en internet y en tantos foros hablando del final de los tiempos,
Abundan los que hurgan buscando y rebuscando profecías de mal agüero,
Las buscan en Nostradamus, en San Malaquías, en los Mayas y en quien haga falta,
Y qué bien se lo pasan así propagando igual que en la edad media el fin del mundo.
“Timete Deum”, dicen que predicaba S. Vicente Ferrer,
“Haced penitencia y rezad el rosario” dicen que dice la virgen de Fátima,
Y todo para condenar la depravación, la inmoralidad y la maldad humana.
El secreto de Fátima, el cometa que se acerca fatal mente a la Tierra…..
¡Pero qué barbaridad! Con qué facilidad vemos surgir al Dios condenador
Detrás de cada esquina y bajo mil pretextos. Eso es el oscurantismo religioso.
Pero veamos: ¿No es el ser humano quien ha venido a la Tierra para aprender?,
Y ¿no es por acierto y error como se aprende?, ¿y no es la llamada maldad
Una manifestación más de nuestra ignorancia y parte de nuestra búsqueda?
¿Y no es cierto también que todos pasamos por todo y que todo está interrelacionado?,
¿Y no es verdad que este mundo es el mundo que Dios, y no por casualidad,
Como cada uno de nosotros que es, ha creado y permite que sea tal y como es?
¡Siempre cayendo y entrando en el charco de la dualidad!, ¡cómo nos gusta!
¿Nos rescatarán los extraterrestres? Mientras pensamos así olvidamos lo que somos,
Y reforzamos la idea del ser humano expulsado del paraíso y caído.
Es mentira todo eso, nadie nos expulsó porque no existe un Dios fuera de nosotros,
Y por lo tanto nadie está a la vuelta de la esquina para castigarnos.
¿Castigarnos, condenarnos?, ¿Por qué, por experimentar, equivocarnos y así aprender?

Sucede lo que sucede y sucederá lo que sucederá, pero siempre será nuestro mundo,
El que hemos decidido crear para aprender a amar, a ser y a despertar, a nuestro Ser.

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