Por la conciencia que experimento en mi como ser
consciente que soy
Sé de la Realidad Una, tanto en su sentido absoluto como
en su dimensión relativa.
El sentido Absoluto y por lo tanto como Unidad me lo
da mi conciencia de ser,
O sea, por ella experimento conciencialmente que la
Realidad es Una, no dos,
De lo contrario una de ellas sería no-realidad, lo
que es simplemente absurdo.
Capto la Realidad Una en la medida en que la conciencia
que soy no está fragmentada
Ni separada tampoco de la Conciencia de la Realidad
Una o Realidad Absoluta.
Mi conciencia no se halla fuera sino en la
Conciencia Una que está también en mí.
Así que, todo ser es un foco de conciencia por donde
se experimenta El Absoluto,
Esta es mi esencialidad absoluta, o sea mi ser, lo más
yo de mi mismo, lo que yo soy.
Pero a la vez que experimento mi dimensión absoluta
por mi participación en el Todo,
También es verdad que evidencio en mí y fuera de mí
dimensiones relativas de realidad.
Las dimensiones relativas de la realidad lo son por ser
cambiantes e impermanentes,
Además de no ser lo que somos sino lo que tenemos
como instrumental del ser.
Todos los cuerpos de los más densos a los más
sutiles son instrumentos impermanentes.
Nuestra conciencia o ser esencial se ha creado su
propio instrumento
Para interactuar, crear, crecer, aprender, amar. Ese
instrumento es nuestra alma.
El alma es un núcleo de realidad individual que
contiene la semilla de la Totalidad.
Cada semilla del Absoluto en cada alma tiene su
propio ADN espiritual,
De ahí que cada alma, con sus cuerpos, sea única y a
la vez partícipe de y en la Unidad.
Por nuestra dimensión esencial nunca perdemos el
contacto con la Conciencia Una,
Y desde nuestra dimensión relativa concretada en
nuestras personalidades espirituales
Vamos recorriendo un Camino que es el que va de la
Ignorancia a la Luz.
Este Camino está alentado por un Propósito evolutivo
que anida en cada alma.
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