En una fase muy larga de nuestras existencias o de
esta incluso, en concreto,
Hemos vivido “desde/en la superficie”, muy
identificados con nuestra historia
personal
Y la historia del mundo dentro de la cual nos hemos
movido y existido.
Nuestros egos físico-mentales con su propia
argumentación han prevalecido,
Tanto que fuimos tomando como identidad propia una
idea, la del personaje dominante
En cada vida o en cada período de tiempo, alejándonos
así de nuestro yo real.
Cuando esto se ha llevado ya hasta el extremo, el
agotamiento de ese ego se vislumbra,
Hasta resultar altamente insatisfactorio y vacío. De
ahí la búsqueda alternativa
Que, en su momento, todo humano emprende hacia el
descubrimiento de su Sí Mismo.
Y, por eso, en cierto trecho del largo proceso hacia
el Despertar llega la Noche Oscura,
Noche a la que el mismo Ser nos aboca para que despertemos
reconociéndonos en Él.
Este camino exige que nos vayamos desnudando capa a
capa de nuestros falsos yoes,
En el pensar, en el creer y saber, también en el
hacer y querer hacer, y en nuestro sentir.
Es este un trabajo minucioso de introspección y
ahondamiento hacia la esencia del alma,
Hasta descubrir los diamantes más genuinos que en
nuestro corazón se encierran,
Y renacer como mente, corazón y voluntad alineados ya
con nuestro Propósito divino.
Desnudez, esta es la palabra clave. Quedando con
ella a la intemperie de nuestro ser,
Tras vidas sometidas a condicionantes de todo tipo
dentro de los cuales hemos vivido;
Para extraer la perla dorada de nuestra verdad más profunda
en el centro del tiempo.
Como lo haríamos para rescatar una pequeña
piedrecita colgada, olvidada y perdida
Allá en el interior ignoto de una inmensa bola de
nieve. Esa es la tarea del Despertar.
Y reemprender después, con la conciencia nueva de
ser, el verdadero Camino,
El de los servidores de la Luz, el de los que sienten
la Unidad, de los al fin renacidos.
Bendita Noche Oscura, pues, la que antecedió al alba,
y era anuncio adelantado
De esa Lluvia Fina, de sabiduría, amor y poder
encendida, inundando un Nuevo Día.
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