jueves, 16 de febrero de 2017

BREVE HISTORIA DE TU ALMA

Al principio eras una chispita de conciencia que, emanada de Dios,

Había decidido recorrer todo un camino, el camino que va de sentirse siendo nada,

(Y a esto se le llama involución), hasta llegar un día a reconocerse como la totalidad

De Dios ( y a esto se le llama evolución). Para hacer esto tomaste un cuerpo

Y te hiciste una imagen, ambos como tu tabla de salvación a la que cogerte y aferrarte.

Y te olvidaste de esa chispita, tu ser, que con la voluntad de ser alguien individual

Formó lo que es tu alma. Naciste así a esta realidad aparentemente separada

Para crecer en conciencia y evolucionar con todo tu potencial: la semilla de Dios.

Pero tan en serio te cogiste tu forma, tu imagen y lo que se convirtió en tus personajes

Que dejaste de reconocerte ya como alma y te quedaste con el vehículo cuerpo-mente.


Tu alma quedó así extraviada, igual como lo está la pequeña piedrecita

Perdida en el interior de una inmensa bola de nieve que se fuera haciendo

Mientras caía, rodando y rodando (esto es el vivir) ladera abajo, hasta el valle.

Ahora, en vez de la “piedrecita-alma”, creemos ser la “bola de nieve-personajes”

A la que cuidamos, defendemos, le dedicamos todo nuestro tiempo y energías,

Alimentamos con posesiones, importancia personal, barreras frente a los demás, etc..,

Basados siempre en el temor al otro o a que se quede sin sus insaciables necesidades,

O lo que es peor, a que se muera, y con ella todo lo que creemos erróneamente ser.


Ahí reside el origen real de todo sufrimiento: en el olvido y alejamiento de nuestro ser

Y de aquello a lo que habíamos venido: crecer en conciencia y evolucionar.

Ahora que ya sabemos nuestra historia podemos empezar el rescate del alma-piedrecita,

Mirar dentro y sentir, por fin, el pálpito y la presencia de nuestra identidad divina.



  

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