Son muchas las formas mediante las cuales el alma
crece,
Y entre ellas la vida en pareja resalta por las
oportunidades que ofrece.
Quien atraviesa la “vía en pareja” de forma consciente, honesta y exitosa
Hace un gran camino capaz de llevarle al corazón de
sí mismo.
La liquidación de errores de percepción a través del
espejo constante del otro
Nos va conduciendo, poco a poco, a la conexión con
nuestro verdadero ser.
No es un camino fácil, todo lo contrario, es para
valientes
Y sólo resulta exitoso cuando hay una voluntad, un
interés y un amor
Que no proceden del ego y sus pretensiones sino del
fondo de la voz sutil del alma.
Cuando se percibe la conexión espiritual que nos une
a la otra persona
Y se siente que nuestro compromiso con ella va más
allá de la personalidad externa
Nuestra relación de pareja adquiere un significado y
un brillo muy especial.
Eso mismo es lo que va haciendo que la aventura
evolutiva de ambos
Se vaya volviendo no sólo productiva y útil para ellos dos
Sino que revierta y se extienda también
positivamente en los demás.
La vida en pareja nos pone delante todas las
debilidades y mentiras de nuestro ego,
Nuestros temores, dudas y angustias allí aparecen,
Y todo lo que necesitamos desarrollar o potenciar
allí lo descubrimos.
Sin lugar a dudas es un gran acicate para crecer,
madurar y evolucionar.
La sabiduría del alma nos lleva ante personas que
nos van a posibilitar todo eso,
Por ello no es casual ni fortuito el encuentro entre
dos seres, al contrario,
Ya que una intencionalidad silenciosa, que la mente
racional desconoce, las ha unido.
Tanto las dificultades como la creatividad gozosa
son el mejor medio a su alcance.
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