jueves, 22 de diciembre de 2016

¿TENEMOS TODOS UN MAESTRO O GUÍA ESPIRITUAL?



Todos, sin excepción, lo tenemos, él guía todo nuestro crecimiento,
Paso a paso, a través de los diversos procesos y niveles evolutivos del alma,
Desde los estadios primarios en que nuestra conciencia está más dormida
Hasta el momento más elevado de nuestro Despertar o iluminación
En que experimentamos que tanto nosotros como los demás somos la divinidad.

Se puede concienciar y vivir la conexión con nuestro Maestro espiritual
Cuando de verdad la necesitamos y queremos que se dé.
No es un juego, sino la consecuencia de un camino recorrido con honradez y sinceridad.
Para establecer el contacto tiene que haber demanda, humildad y voluntad reales.
A veces, el Maestro espiritual viene expresado externamente en el mundo físico
Por un Maestro encarnado. Ambos realizan la misma función.

El Maestro  o Guía espiritual es el recordatorio y la imagen viva del Camino,
Su sintonía es la que nos permite avanzar y no perdernos,
También su calidez y proximidad llenas de amor, sabiduría y energía vivificante.
Jamás sustituye nuestra tarea, trabajo, esfuerzo, intuición, inteligencia y voluntad,
Que son los instrumentos a partir de los cuales alcanzar nuestra realización.
Por eso enseña y guía, sobre todo con su Presencia y su Silencio,
Los cuales son un mapa viviente y un faro que nos conducen seguros a la Meta,
Que él ya encarna y vive. A veces, muestra signos externos de atención y cercanía.

El reconocimiento por nuestra parte del Maestro o Guía espiritual
Es un paso decisivo, así como garantía de que nos hallamos en el camino adecuado.

El Maestro espiritual es un ser objetivo y real, compatible con nuestra Maestría interior.

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