miércoles, 28 de diciembre de 2016

TODO CUANTO BUSCAMOS FUERA ESTÁ EN NOSOTROS.


Buscamos felicidad. Dios es la felicidad.
Buscamos amor. Dios es el amor.
Buscamos comprensión. Dios es la comprensión.
Buscamos paz. Dios es la paz.
Buscamos entendimiento. Dios es la inteligencia.
Buscamos belleza. Dios es la belleza.
Buscamos abundancia. Dios es la abundancia.
Buscamos sabiduría. Dios es la sabiduría.
Buscamos plenitud. Dios es la plenitud.
Buscamos fortaleza. Dios es la energía.
Buscamos seguridad. Dios es el poder.
Buscamos vida eterna. Dios es la inmortalidad.
Buscamos despertar. Dios es la conciencia.

Y puesto que Dios es en ti como el ser que tú eres,
Nada de eso se ha de buscar fuera. Porque, en esencia, eso también eres tú.
Si no lo vivimos es porque, distraídos, nos hemos forjado identidades que no somos,
Y, luego, como lapas nos hemos pegado a ellas, con verdadera resistencia numantina.
¡Qué difícil resulta entonces reconocer nuestra divinidad
Y soltar, realmente convencidos, la idea de ser nuestro pequeño, diminuto y cascado yo!

Demasiado humanos, tanto que hemos creído ser sólo eso, humanos.
Pues no, ya es hora de reivindicar nuestra grandeza, no como egos, sino en la divinidad.
Nuestro futuro y el de la humanidad es necesariamente ese: reconocer nuestra dioseidad.

El humano busca fuera. Pero si ha Despertado se convierte en el Dios Plenitud-Amor.

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