Nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra alma y todo
nuestro ser
Son un inmenso medio, un instrumento y un cauce
escalonado
A través del cual el Océano y esa Matriz sin fondo y
sin límites, de Luz y de Amor,
De Potencia, Sabiduría y Gracia que es Lo
Inabarcable Divino
Abre su Corazón y su Mente para que su potencial
creador se haga realidad,
Plasmándose así en las infinitas formas, los
infinitos seres y las infinitas expresiones
Que cada chispa divina, en cada
individualidad, asume verter y compartir.
Esta es en esencia la verdad de la creatividad en
cualquiera de sus manifestaciones.
Existe un Silencio creador desde donde todo se
gesta,
Entrar en contacto con él de un modo consciente
implica reconocer la Fuente,
Y eso mismo ya es inmensamente transformador para
quien asume la función creadora.
Saberse Luz, Amor, Sabiduría, Armonía, Ritmo, Color,
Orden y Belleza vertiéndose
Es un acto de reconocimiento de lo que es nuestro
propio Ser, -no del pequeño ego-,
Que es un fiel reflejo de la Totalidad Creadora y
Divina.
Cuando esto se hace autoevidente en una conciencia
particular
Un alma se Realiza y despierta a La Realidad Que Es.
El auténtico creador, y el Sabio como el Artista, el
Poeta y el Filósofo
Como también el hombre o mujer de Acción lo son,
cuando se abren a la Fuente
Representan la avanzadilla de lo que supone traer la
vida divina sobre la Tierra,
Misión que todos tenemos que llevar a cabo desde nuestros
puestos e individualidad.
La filosofía, la mística, la poesía, el arte, así
como la acción transformadora y creadora
En cualquiera de la diversidad de sus vertientes y
manifestaciones
Son la Luz, el Amor y la Energía divinas volcándose
en los seres sedientos de Plenitud.
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