Vivimos según lo que creemos ser,
Pero nuestras creencias suelen ser con frecuencia
erróneas,
Porque la verdad y la realidad siempre las supera.
Por eso, es bueno recurrir a la experiencia
Y al contacto directo con aquello que se quiere
conocer.
Nos conocemos muy poco, más bien casi nada,
Como consecuencia, damos como válidos los tópicos de
siempre,
Y no abarcamos de nosotros más que aquello que
nuestra racionalidad,
Nuestro cuerpo, prejuicios y esas creencias nos
ofrecen.
En este sentido la visión que tenemos de nosotros es
muy limitada,
Pobre, fragmentada, falsa e insatisfactoria.
Ahora bien, si guiados por un deseo sincero de
conocer,
Investigamos en nosotros mismos,
Nos dejamos llevar también por nuestra intuición
Y nos abrimos a lo que hay más allá de nuestra mente,
Entonces, nos sorprenderá un nuevo campo de realidad,
Con una fuerza, belleza, autonomía, intimidad,
plenitud y grandeza
Que hasta entonces no sólo había sido desconocida
Sino que quedaba fuera de nuestra identidad.
Pero ahora nuestra comprensión puede cambiar,
Porque nuestra identidad es más grande de la que
habíamos tenido por tal,
Y Lo Superior en nosotros puede ya ser vivido como
nuestra Realidad.
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