CAPA A CAPA DE SUFRIMIENTO HASTA ENCONTRAR EL SER.

Todos, en algún momento de nuestra vida podemos pasar por circunstancias que hagan que nos sintamos impotentes, incapaces, frustrados, incomprendidos, solos.
Todos, en algunos momentos de nuestra vida podemos sentirnos víctimas del miedo,
Faltos de ilusión o de confianza para vivir. Todos podemos experimentar
Lo que se ha venido en llamar la noche oscura del alma. Eso nos puede ocurrir
Y es bueno que lo sepamos, pero no es menos importante que tengamos en cuenta
Y que también sepamos que nada de eso es esencial, que por mucha apariencia
De dolor, enfermedad o tragedia que tenga, sus raíces tienen profundidad limitada.

Porque nada de eso representa la verdad de nosotros, tan sólo la superficie,
Y no dejan de ser meras nubes detrás de las cuales se halla el sol de nuestro ser.
Lo negros nubarrones nos pueden asustar, impresionar, paralizar, incluso aterrar,
Pero por mucho que sea ese el efecto que nos produzcan no conseguirán jamás
Eliminar o sustituir al infinito cielo transparente y azul que sólo parecen ocultar.

Por eso, ante las arremetidas y arrebatos que esas situaciones produzcan
Sólo cabe tener el coraje, la paciencia y la suficiente lucidez para aguantar y ver
Todas las imágenes, relatos mentales y sensaciones que nos producen el sufrimiento,
Y dejarlo todo eso pasar. Del mismo modo que lo hacemos con el negro nubarrón.

Capa a capa de inquietud y ansiedad se irán desprendiendo, una detrás de otra
Mientras nosotros, presentes, nos damos cuenta de ello y las vemos caer.
Sólo es cuestión de tiempo. Así es como poco a poco, puntualmente como el amanecer
Nos veremos a nosotros mismos de nuevo conectados con la calma de nuestro ser,
Que este sí que es sustancial, permanente, fiel e inalterable. Por este camino
Llegará el día en que ya no nos confunda más lo accidental, ni siquiera la muerte.