lunes, 2 de enero de 2017

LA PURA CONCIENCIA DE SER, LA VENTANA SIN MARCO.


La vida sale y viene sola, ¿no la has visto cómo aaprece y pasa delante de ti?
Y, ¿no te has dado cuenta aún de que fluye y fluye constantemente?,
¿Quién puede hacer algo, para que se pare ni tan siquiera un pequeño instante?
En ese movimiento constatamos que unas cosas acaban y otras empiezan, cíclicamente,
De ese extraño modo se nos viene todo encima, para finalmente desaparecer:
Lo agradable, lo incómodo, aquello que es placentero así como lo que no lo es.
Y, mientras tanto, luchamos, nos esforzamos, actuamos, pensamos,
Intentamos controlar, crear cosas y situaciones, hacemos infinidad de cosas
De todas las cuales nos sentimos y creemos ser sus protagonistas o autores reales.
¿Pero eso es realmente así tal como lo interpretamos con nuestra mente y sentidos?
¿No da la impresión de que todo surge sólo, incluso nuestro hacer o no hacer?
¿Hay que fijarse mucho para verlo, para que no nos pase desapercibido?
¿De dónde surge todo eso, todo el desplegarse ininterrunpido de la existencia?

Entonces, nosotros, ¿acaso no somos de verdad los testigos de toda esa escena
Que se presenta sorprendiéndonos, en un número indefinido de imprevistas secuencias?
¿Quién está observando todo como si se tratara de un espectador impasible y fiel?
¿Y quién es ese espectador, quién es ese ojo que todo lo ve y a lo que nada se le escapa?
Ese mirar detrás del que está mirando, ¿No es acaso una ventana abierta al infinito?
¿Y no es ese infinito el Ojo, el Observador y El que mira?
En tal caso, ¿quién eres tú en toda esta historia? y ¿dónde te encuentras?
¿No eres la conciencia dentro de la cual todo nace, todo es y se contiene?
¿No te reconoces en ella? ¿Qué queda de ti cuando todo lo que no eres desaparece?


Eres el Ojo del Yo, la ventana sin marco, el Infinito viendo, la pura conciencia de ser. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario