viernes, 6 de enero de 2017

LA SOLEDAD CREATIVA, LUMINOSA Y NECESARIA.

La gente tiene miedo de la soledad, huye de ella cuando puede, porque no la soporta,
Y busca el contacto o la presencia de los demás continua y casi compulsivamente.
Se hace, a través del grupo, la pareja, la Iglesia, el club, la secta, el partido, la familia…
El solitario, entonces, es visto como alguien raro, antisocial, problemático o enfermo.
Los hay que entran en alguna de estas categorías, y así se debe de tener en cuenta.
Pero nosotros, hablamos aquí y ahora de otra soledad, la esencial, positiva y necesaria,
La que nos coloca ante nosotros mismos como individualidad central que somos
Y sin la cual no es posible ni el crecimiento, ni la evolución, ni el autoconocimiento,
Ni la conciencia de ser algo real, existente y focal o un centro de vida propia.

Aquella soledad pesada, sosa y doliente, la que afanosa y muchas veces neuróticamente
Nos impulsa a no perder el contacto, ni el aliento y la compañía de los demás,
Porque de lo contrario nos sentimos como pececitos ahogándose fuera del agua
Señala el grado de lejanía y desconocimiento que tenemos de nosotros mismos,
De nuestro ser real y de la presencia de nuestra realidad como seres espirituales.

Existe, pues, una soledad imprescindible y urgente, vivificadora, creativa y luminosa.
Se trata de una soledad que no aísla, que no separa ni fragmenta, que no es solitaria,
Ya que, en su lugar, lo que hace es conducirnos o situarnos en el centro de nuestro Yo,
En ese espacio interior desde el cual nos sentimos como un integrado y gozoso Yo Soy,
Además de un foco conciencial desde el que irradiar toda posibilidad de ser y de existir.
Allí se siente todo menos carencia, ausencias, necesidades, enganches o frustraciones,
Porque lo que se experimenta es plenitud de ser y verdadera unidad con todo.
Vivir esa soledad es la mejor condición y requisito para el encuentro con los demás

Y lograr así que las relaciones sean no egoístas sino de amor desinteresado y real. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario