lunes, 16 de enero de 2017

SOMOS SERES REALES DE LUZ, FOCOS DE LO SUPERIOR.

De tan hechos y acostumbrados como estamos a la familiar experiencia
Y a la visión de nuestra dimensión física, nos hemos convencido, vaya ingenuidad,
De que no somos sino cuerpos muy densos, hechos de pura materia.
Órganos, sistemas y estructuras, formados y constituidos por hueso, músculo, agua,
Electricidad, minerales, átomos, moléculas, partículas elementales, etc…,
Y organizados no se sabe muy bien cómo ni por qué clase de inteligencia
Serían los componentes únicos de este andamiaje gracias al cual nos movemos
Y por el cual  podemos hacer la cantidad tan grande de acciones como realizamos.

Pero vaya, la realidad supera con creces esta limitada y materialista visión.
Porque existe otra percepción no material que nos devuelve una nueva captación
Y experiencia de lo que somos. Y desde ahí, podemos afirmar que somos almas
Y seres de luz. Almas en cuanto a que nos podemos experimentar como centros reales
No físicos de individuación y conciencia. Y seres de luz, porque también es real
Otra “estructura” superior que englobando la anterior la supera y trasciende.

Seres de luz no es una expresión metafórica sino real. Y cuando uno ve su dimensión
Espiritual y sutil esto se hace más que evidente, además de que nos sobrecoge,
Dada la amplia y maravillosa conformación que desde “lo superior” desciende
Y nutre toda la configuración de ese cuerpo de luz radiante que nos envuelve y somos.
El foco o centro de conciencia del alma se abre a ese espacio sagrado que la alimenta
Descendiendo Desde Lo Alto y que transmite todo el poder y la fuerza, la gracia,
Sabiduría y el amor al ser divino que somos. No, no somos un cuerpo físico y material.
El ser de luz que somos nos conecta además con una Fuente tan inmensa, tremenda

E inconmensurable que supera con creces nuestro entendimiento y raciocinio.

1 comentario:

  1. ¿QUIERES VER A DIOS?
    ¡LEE ESTO!
    Las tres cosas que te alejan y
    Las tres que te acercan a Dios
    - El exceso de alcohol te aleja de Dios
    - El exceso de drogas te aleja de Dios
    - El exceso de sexo sin amor también te aleja de Dios
    Las tres que te acercan a Dios
    - Ama a tu prójimo como a tí mismo
    - Aprende a perdonar y
    - A ser humilde
    Eternamente
    Joaquín Gorreta Martínez 62 años

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