La sombra representa todo cuanto en tu vida es
experimentado como sufrimiento,
Es el rostro que tiene tu debilidad, el agujero por
donde pierdes tu poder interior,
Y por donde dejas de vivir centrado en el ser que tú
eres, en tú verdadero Yo Soy.
Cuando alguien por alguna razón te hace sentir mal
es tu sombra la que se te muestra,
O sea, tu flanco por el que te sientes bajo de
estima o de amor, de energía o de poder,
De inteligencia o de saber. En las relaciones y
encuentros con los demás
Es donde más evidente se hace la sensación o idea de
carencia que hay en nosotros,
Así como todo el potencial que no habiendo sido
reconocido aún como propio
Nos falta desarrollar, potencia, activar y
materializar.
La sombra, cualquiera que sea la que experimentamos,
no es cosa de los otros
Sino que es nuestra mente la que la forma y en donde
deberá ser sanada.
Todo lo no activado en nosotros lo vivimos como
carencia. Eso es sombra.
Todo lo no desarrollado lo vivimos como limitación. Eso
también es sombra.
El amor no vivido, ni expresado, ni concienciado
supone soledad. Eso es sombra.
Las cualidades no asumidas ni desarrolladas producen
tristeza. Eso es sombra
La energía, fuerza, poder de manifestación y de ser
no concienciadas y vividas
Producen sensación de debilidad e impotencia. También
eso es sombra.
La sombra está en cada uno. De ella no se puede
culpar a nadie ni a nada.
Quien no asume la responsabilidad de lo que vive no
crece ni evoluciona.
Quienes hacen de espejo para que veamos nuestra
sombra son regalos a agradecer
Y no contra los que ir ni volcar nuestra ira,
victimismo o enfado. Nuestra sombra, así,
Se alimenta y agranda. El antídoto contra la sombra
es el desarrollo y reconocimiento
De las capacidades y el potencial no activados. En
nosotros está la solución, no fuera.
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