sábado, 7 de enero de 2017

¿Y POR QUÉ DIOS PERMITE EL SUFRIMIENTO Y LA BARBARIE?

Esta pregunta que aparentemente resulta tan difícil de responder de forma satisfactoria,
Necesita previamente que se aclare de qué tipo de Dios estamos hablando,
Porque, es evidente para una mente racional y culta que es absurdo y descabellado
Compatibilizar la idea de un Dios infinitamente bueno y sabio con el mal, y es así.
Pero las cosas pueden empezar a verse más claras, cuando lo señalado como Dios
Ya no es entendido como algo distinto o separado de los demás seres
Y, por lo tanto, la imagen de un “Dios allá” frente a un “nosotros aquí” desaparece.
Entonces, ya no podemos decir  aquello de que Dios nos hace tal o cual cosa,
Sino que los seres implicados en la Totalidad Dios hacen o nos hacemos esto o lo otro.

Ahora, pues, la pregunta que cabría hacernos no es la que encabeza este escrito
Sino la de: ¿por qué los seres humanos en particular creamos o posibilitamos el mal?
Pregunta lógica desde todos los ángulos si se acepta, como aquí hacemos,
Que todo ser, y el humano de manera privilegiada, elige la realidad que quiere vivir,
Porque somos modos del ser de Dios y, por lo tanto, creadores de mundos y realidades.
Entonces, si hay razones por las que libremente decidimos vivir estas experiencias,
No es difícil concluir con que también podemos decidir la vida en un mundo alternativo.
La elección está, pues, en nuestras manos: si de verdad queremos superar y salir
De esta existencia sufriente podemos dejar de creer ya en ella, y, en su lugar,
Optar por un mundo nuevo de seres despiertos, no esclavos de dioses imaginarios
Y libres de los malos sueños a los que un ego irreal nos había sometido.

El problema del mal en el mundo no es, por lo tanto, un problema que achacar
A ningún Dios inventado por la mente humana, sino que es nuestro problema.

Nuestra conciencia lo creó, del mismo modo que ella será la que nos libre de él.

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